Una valiosa clave para el éxito del ministerio

By Raul Rivera

Un problema común para las nuevas iglesias y ministerios es encontrar la manera de planificar un presupuesto para sus operaciones. Con mucha frecuencia, el pastor (y potencialmente un miembro o dos de la junta) apoya financieramente a la iglesia; especialmente en un inicio. El dinero parece irse con la misma rapidez con la que llega. Muchas iglesias nuevas se enfrentan a la tarea de tener que determinar, o proyectar, un presupuesto incluso antes de celebrar su primer servicio de adoración. La labor de recaudar fondos y luego determinar el mejor uso de dichos fondos, puede ser desalentador. Por lo tanto, la pregunta que hay que responder es: “¿Cómo puedo establecer un presupuesto para mi iglesia o ministerio que recién inicia?” Algunas veces el presupuesto puede ser un asunto imposible de ignorar pero que todos evitan mencionar, y es un tema que las iglesias o bien resuelven con energía o intentan ignorarlo. Sin embargo, lo cierto es que para operar una iglesia y cumplir con su visión, el dinero importa. Aún más, los recursos importan. El éxito de una iglesia que lleva a cabo su visión puede estar relacionado directamente con lo bien que maneja sus finanzas. No estoy diciendo que su iglesia no tendrá éxito si no es financieramente rica. El punto es que el uso estratégico de los fondos de su iglesia puede ayudar a que su ministerio cumpla con sus objetivos más importantes; y el uso correcto de los fondos de su iglesia incluso puede generar más fondos para su ministerio a medida que crece. ¿Es necesario un presupuesto? La mayoría de la gente respondería que “si” a esta pregunta; sin embargo, ¿alguna vez ha pensado por qué es verdad? Mientras las cosas vayan bien y la cuenta bancaria no esté en números rojos, todo está bien... ¿cierto? Bueno, a continuación detallamos algunos motivos clave por los que es necesario un presupuesto. Le permite saber en dónde está y a dónde va. Establecer un presupuesto le da un panorama completo de cuánto dinero recibe la iglesia, y cómo lo está gastando. Con base a esta imagen, puede ver si sus finanzas se están usando adecuadamente para cumplir con sus objetivos actuales. Por ejemplo, ¿está planeando rentar un local más grande? ¿Está ahorrando sus fondos de una manera que hará que esté listo para dar un anticipo, comprar mobiliario nuevo, y/o el equipo que necesitará para preparar sus nuevas instalaciones? Le proporciona protección para la junta directiva. Tener un presupuesto es una defensa de primera línea para probar que la junta directiva está velando por los intereses de la corporación. Las organizaciones exentas de impuestos son tales porque son operadas exclusivamente para el beneficio público, y no para el beneficio privado de las personas. Tener un presupuesto muestra numéricamente que la organización no está operando en favor de los intereses privados de los miembros de la junta, sino por el bien del público. Por ejemplo, supongamos que un pastor recibe un salario de $100,000. Fuera del contexto de un presupuesto, usted podría preguntarse si la iglesia puede soportar dicho salario. Ahora digamos que la iglesia tiene un presupuesto bien planeado que muestra un ingreso anual de $500,000, donde la mayoría del presupuesto está enfocado al mantenimiento de las instalaciones, el ministerio de los niños y a las extensiones comunitarias. En caso de que hubiera una auditoría, esta iglesia pasaría la prueba de demostrar que la iglesia pagó un salario razonable, considerando sus ingresos y que opera continuamente a favor del interés del público. Le ayuda a identificar las áreas débiles de la administración. Crear un presupuesto le ayuda a su personal a ver las áreas donde usted no tuvo éxito administrando sus registros financieros. Esto puede ir desde la administración incorrecta del fondo de caja chica hasta compras extrapresupuestarias que se hicieron sin la aprobación de la junta. Además, se les debe de exigir de manera regular a los miembros del personal que tienen acceso a los fondos de la iglesia que proporcionen la documentación que señale qué se compró y por qué. Esto le ayuda a mantener la rendición de cuentas, lo que garantiza que todo el mundo se adhiera al presupuesto planeado. Pasos para implementar un presupuesto 1 Comience a planear con anticipación. Empiece a planear el presupuesto del próximo año unos meses antes, para que se pueda resolver cualquier detalle antes de que comience el próximo año fiscal. Incluso puede establecer un comité de presupuestos para que prepare un presupuesto que apruebe la junta. 2 Tenga una idea realista de los ingresos que espera tener. Esta es su guía para descubrir cómo y cuándo puede alcanzar sus metas financieras. 3 Determine sus responsabilidades financieras. ¿Qué gastos debe de tener para funcionar? Primero asigne ahí sus fondos. 4 Determine sus objetivos financieros. Luego determine dónde debe de ahorrar y recaudar fondos para cumplir con esos objetivos. 5 Cree “aceptación” para el presupuesto. Un presupuesto es necesario, pero mantenerlo a largo plazo y establecer los procedimientos adecuados para llevarlo a cabo requiere compromiso. Por lo tanto, es importante que se acepte la necesidad de tener un presupuesto. Esta aceptación mantiene motivado a todo el equipo. Asegúrese de que toda la junta tenga oportunidad de revisar el presupuesto y de compartir sus preocupaciones. 6 Haga un plan de equipo para la gestión de gastos internos de la oficina. Use los formatos necesarios para rastrear quién gasta qué, cuándo, dónde y por qué, para asegurarse de que mantiene una rendición de cuentas periódica sobre el uso de los fondos de la iglesia. Además, cree un plan de contingencia para gastos de emergencia fuera del presupuesto. Asegúrese de que todos los departamentos estén al tanto del protocolo. Empiece con el pie derecho Crear un presupuesto es importante para la operación y crecimiento de su ministerio. Puede parecer intimidante, pero no tiene que serlo. Quiero animarlo a que siga adelante con el sueño y visión que Dios le ha dado. Siga librando la batalla justa. Y si hay algo que podamos hacer para servirle en este camino que Dios le tiene por delante, no dude en llamarnos al (678) 830-2600 o enviarnos un mensaje a consultas@startchurch.com.

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