Un Regalo En La Crisis

By Nathan Camp

El mundo ha cambiado. Yo sé eso. Usted lo sabe. Con el surgimiento de la crisis de COVID-19, está claro que las cosas no solo han cambiado, sino que tal vez han cambiado para siempre. No estoy seguro de que todos lo reconozcan todavía. Escucha a la gente preguntar: "¿Cuándo volverán las cosas a la normalidad?" Si me preguntas, creo que esa es básicamente la pregunta incorrecta que debes hacer ahora mismo. No creo que las cosas vuelvan a la normalidad tal como la conocemos; Creo que estamos inventando una "nueva normalidad".

Eso no quiere decir que creo que siempre estaremos en un refugio o tendremos dificultades para conseguir papel higiénico. En las próximas semanas y meses, esas cosas ya no serán el desafío más importante ante nosotros.

La "nueva normalidad" no se trata de distanciamiento social, lavado de manos y la gran necesidad de cortes de cabello. La "nueva normalidad" que debemos reconocer como líderes es que entendemos cómo nosotros (y las personas que nos siguen) hemos cambiado la forma en que vemos el ministerio, los negocios e incluso los compromisos sociales.

Eche un vistazo alrededor por un segundo, y verá los cambios. Hoy definimos una reunión de manera diferente. Observamos de manera diferente lo que significa conectarse con nuestras congregaciones, clientes y clientes. Hemos desarrollado (y continuaremos desarrollando) nuevas plataformas que nos permiten hacer ministerio y negocios de formas nuevas y refrescantes. Vemos cómo obtener comida de manera diferente. Vemos el entretenimiento de manera diferente. Como creyentes, vemos los nuevos campos de cosecha madurando ante nuestros ojos. Como líderes, la mejor manera de liderar hacia el futuro es entender que está aquí.

Y Con Eso Viene Una Gran Oportunidad.

La verdad es que hay un "regalo" en esta crisis. Siento mucho por los afectados. Ruego por nuestro país que este virus se detenga y que comience la curación. Nuestro futuro actual es donde COVID-19 ya no es parte de nuestra realidad diaria. Pero, la verdad es que, a través de esta crisis, Dios está haciendo algo en todo el mundo. Oculto en el desafío, es un regalo. Es el regalo de oportunidades que nunca antes habíamos estado disponibles en esta escala.

Sigo escuchando sobre iglesias que están rompiendo récords de influencia y asistencia porque las personas nuevas pueden asistir a sus iglesias sin subirse al automóvil.

Me entero de vendedores que se conectan con sus clientes potenciales sin necesidad de subir a un avión.

Estoy escuchando acerca de los líderes que se conectan con su personal prácticamente de manera significativa.

Estoy escuchando acerca de otros líderes que confiesan que la "nueva normalidad" los ha obligado a ser mucho más intencionales en sus comunicaciones con su personal, y su equipo se siente más comprometido que nunca.

Estaba hablando con un líder empresarial recientemente, y dijo que la mejor palabra que describe el éxito de su empresa en este momento es "pivote". La crisis ha obligado a cerrar los canales de ingresos tradicionales para ellos. Aún así, su respuesta no fue quejarse de lo que ya no está disponible, sino mirar para ver lo que ahora era posible. Han impulsado la oferta de productos de su empresa para satisfacer las nuevas necesidades de sus clientes, abriendo nuevas fuentes de ingresos.

Lo que estamos encontrando a medida que miramos a través del paisaje de Estados Unidos, ya sea con iglesias, empresas o grupos sociales, es la posibilidad cada vez mayor de reinventar la forma en que nos conectamos, hacemos ministerio o negocios, en formas relevantes y que dan vida. . Esto está dando forma a la "nueva normalidad" y, en muchos sentidos, nos da el don de ver con ojos nuevos.

El apóstol Pablo escribió en su carta a los romanos que "todas las cosas funcionan juntas para bien de aquellos que aman a Dios y son llamados de acuerdo a su propósito". Está claro que en momentos como este, cuando miramos a Dios en busca de apoyo y respuestas y nos apoyamos en su fuerza y ​​sabiduría, descubriremos que incluso en medio de la crisis, Dios realmente está trabajando todas las cosas juntas para nuestro bien. Es parte del regalo de la hora. Los líderes más sabios, y los que creo que superarán esta crisis con más fuerza que antes, son aquellos que reconocen que estos tiempos no son solo un desafío, sino también un regalo, si tenemos los ojos para verlo.

Preguntas A Considerar

A medida que asumimos nuestro papel como líderes para navegar hacia la nueva normalidad, aquí hay algunas preguntas que pueden servirnos para liderar estos días:

• ¿Dónde me está mostrando Dios algo nuevo que no había visto antes?
• ¿Qué parte de mi ministerio, negocio o grupo está prosperando de una manera nueva?
• Si esta crisis durara el doble de lo previsto, ¿dónde sería la visión para mi organización que tendría más frutos?

Debemos pedir la visión y el liderazgo de Dios en nuestra capacidad para responder estas preguntas y luego agradecerle las respuestas. Esto mantiene nuestros corazones vivos con la esperanza de que nuestros mejores días están por venir y que en cada crisis, también existe la realidad de que Dios está trabajando, con regalos en el camino. Mi trabajo como líder es verlos y aprovecharlos.

Parte del don que muchos han experimentado últimamente ha sido el de perseguir la visión que Dios ha puesto en sus corazones hace mucho tiempo. Su trabajo desde casa, o incluso tener menos trabajo que cumplir, ha actuado como un trampolín para que finalmente puedan comenzar con la fundación de su iglesia o ministerio.

En StartCHURCH, nos ha sorprendido la cantidad de personas que llaman a nuestra oficina para comenzar con el servicio PlanteFIRME, incluso en medio de estos días. Saben que este momento les está dando el tiempo y el enfoque que normalmente no tendrían para este tipo de actividades, y están ganando tiempo.

Si podemos servirle en el lanzamiento de su iglesia o ministerio, llámenos hoy al 877-494-4655. Estamos aquí para ayudarlo en todo lo que podamos.

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