Previniendo el Desgaste en el Ministerio

By Raul Rivera

Elegir decir que “Si” al llamado del ministerio nunca es sencillo. Inevitablemente, uno tiene preguntas o dudas en cuanto su “mérito” para ser pastor, por no hablar de las preguntas y dudas sobre si la iglesia o ministerio llegará a tener éxito. Preguntas como: “¿Qué pasa si nadie se presenta?”, “¿Qué pasa si esto falla por completo”, o incluso, “¿Qué pasa si me caigo de bruces?”, son preguntas comunes que cruzan por la mente de muchos ministros cuando comienzan a escuchar el llamado de Dios al ministerio. Sin embargo, entre todas las dudas y preguntas que surgen en su mente, usted sigue respondiendo “Si”. Sin embargo, tal vez ahora, unos cuantos meses o años después de su llamado para servir como pastor, usted siente como si el peso del mundo cayera sobre sus hombros. Tal vez se sienta abrumado y como si usted fuera el único que está pasando por esto. Mira a los demás pastores y sus ministerios que están a su alrededor y se dice a sí mismo que ellos lo están haciendo muy bien. Incluso usted podría estar pensando en tirar la toalla y ponerle punto final. ¿Sencillamente siente que ya no puede seguir siendo pastor? Bueno, tome nota y anímese porque usted no es el único en esa situación. Usted no es el único que ha sentido esas profundidades de desesperación en el ministerio. Lo cierto es que muchos ministros experimentan un desgaste pastoral. Más común de lo que piensa

No es raro que los pastores estén sobrecargados de trabajo y sean menospreciados. La labor de ser pastor no se limita a comenzar y terminar en la oficina ni termina una vez que el servicio de adoración ha terminado. Más bien, permea el ser mismo de cada individuo que responde al llamado, lo que resulta en una posición de casi 24/7. Muchas de las responsabilidades de un pastor involucran a su vida espiritual, carácter, conducta, educación, formación y actitud. Además, un pastor es responsable de la predicación/enseñanza, en fomentar la visión, orar y atender a la congregación, y, en muchas ocasiones, atender los asuntos de negocios y la programación del ministerio de la iglesia. Con todo esto sobre los hombros, no es de extrañar que muchos en el ministerio experimenten un desgaste.

Cuando fui pastor, experimenté ese mismo agotamiento y sensación de desesperación. Debido a eso, y a la oportunidad que tengo de interactuar con muchos pastores regularmente por todo el país, siento que es necesario dedicar un post al desgaste pastoral. Aunque de ninguna manera esta es una lista exhaustiva, quiero tratar 3 razones por las que los pastores pueden desgastarse, y luego quiero abordar cada una de estas razones con consejos preventivos. 3 razones comunes para el desgaste, y consejos preventivos Estoy plenamente consciente de que las razones por las que un pastor puede experimentar desgaste son numerosas. Sin embargo, quiero dedicar un momento a tratar 3 razones del desgaste que creo que son bastante comunes entre los pastores de modo generalizado. Para cada una de las 3 razones, proporcionaré consejos preventivos que usted puede implementar para tratar cada fuente de desgaste. Comencemos revisando la primera de las tres razones. Razón de desgaste #1: miembros críticos A menudo, una de las fuentes mayores de desgaste para un pastor puede venir de la misma gente a la que él o ella sirven semanalmente: los miembros de la iglesia. Estas son las personas por las que usted a menudo se queda despierto rezando. Estas son las personas a las que usted despierta a mitad de la noche cuando ha ocurrido una emergencia. Usted ama a estas personas con todo su ser; sin embargo, en ocasiones sus críticas pueden parecer abrumadoras e insoportables. De cualquier modo, usted se encuentra una y otra vez suprimiendo el dolor y molestia que le provocan sus críticas, porque se supone que eso es lo que debe de hacer. Es su labor como pastor no permitir que ese tipo de cosas le molesten. Sin embargo, como ser humano, a menudo sus palabras comienzan a carcomer el escudo que desarrolló para protegerse de ese tipo de comentarios. A veces, los comentarios y las críticas pueden parecer tan abrumadores que conducen a niveles poco saludables de estrés. Sin embargo, eso no forma parte del plan que Dios tenía en mente cuando lo llamó al ministerio. Porque como dicen las Escrituras, Él tiene “para usted planes de bienestar y no de calamidad, planes para darle esperanza y un futuro.” Veamos qué puede hacer para lidiar con el estrés de los miembros críticos antes de que se vuelva abrumador. Consejo preventivo: sea paciente y ore Cuando alguien habla mal de nosotros, es fácil querer ponerse a la defensiva y responder de la misma manera. Sin embargo, en el libro de Mateo, Jesús nos dice: “Cuando alguien les haga pasar un mal momento, respondan con las energías de la oración, porque entonces lo estarán resolviendo con sus seres verdaderos, sus seres creados por Dios.” (Mateo 5:44, MSG) Por lo tanto, resulta imperativo responder a estas críticas con la oración. Además, las Escrituras nos dicen que “seamos prontos para oír, tardos para hablar y tardos para la ira.” (Santiago 1:19) Cuando respondemos en la oración, estamos liberando la carga de aferrarnos a esos comentarios hirientes. A través de la oración usted está intercambiando las cargas del mundo por la de Cristo, cuyo “yugo es suave y su carga es ligera.” Razón de desgaste #2: agotamiento (físico, espiritual y emocional) Como sabe, el trabajo de ser pastor es gravoso en todos los sentidos posibles: física, espiritual y emocionalmente. Usted siempre está viendo por las necesidades de los demás. No solo está preocupado por ministrar las necesidades espirituales de todos desde el púlpito, sino que también está tratando de satisfacer las necesidades físicas de las personas a través de los diferentes ministerios de la iglesia. Su trabajo está continuamente en marcha, sirviendo a los demás, lo cual hace que sea muy fácil olvidarse de sí mismo. Si no lidia con el agotamiento que está experimentando, no solo lo llevará a un desgaste rápido, sino que también lo llevará a una mala salud física, espiritual y emocional. Consejo preventivo: descanse intencionalmente A lo largo de los Evangelios, vemos que cada vez que Jesús terminaba su ministerio, se retiraba para estar con su Padre y descansar. Si Jesús se tomaba su tiempo para escapar de todos los “quehaceres” del ministerio, ¿cuánto más usted necesita escapar para tomar un tiempo de descanso? Sin embargo, el descanso no es algo que simplemente sucede. Usted debe de buscar el descanso intencionalmente. Algunas veces, dormir puede ser la mejor cosa espiritual que usted puede hacer por su iglesia. Si está agotado, estresado y no descansa bien, ¿qué bien le hará a su iglesia, a su congregación e incluso a su familia? Asegúrese de reservar tiempo intencionalmente para que pueda descansar físicamente, reabastecerse espiritualmente y rejuvenecer emocionalmente. ¡Le prometo que no se arrepentirá! Razón de desgaste #3: usted es una persona...usando muchos sombreros El refrán “usar muchos sombreros” más comúnmente se refiere a alguien que tiene muchos roles, responsabilidades y/o tareas diferentes. No es raro que los pastores “usen muchos sombreros”. Esto es especialmente cierto entre los pastores que están en el proceso de iniciar o recién acaban de iniciar, una iglesia nueva. Las responsabilidades van desde la predicación y enseñanza hasta las funciones administrativas. Muchos pastores no solo tienen que preparar el sermón del domingo, sino que también tienen que hacer los boletines de la iglesia, mantener el sitio web de la iglesia, organizar actividades/alcances, asistir a las reuniones, y mucho, mucho más. Con poca o ninguna ayuda, no es de extrañar que muchos pastores nuevos se están sintiendo desgastados rápidamente. Consejo preventivo: utilice los dones y talentos de quienes le rodean Sé que este consejo es más fácil de decir que de hacer, pero es un hecho que usted necesita ayuda con su ministerio. No puede hacerlo todo y estar en todo. ¡Y eso está bien! Tiene que llegar un momento en su ministerio en el que delegará y comenzará a confiar en aquellos que Dios trajo a su iglesia, permitiéndoles ayudar a cumplir el sueño y la visión que Dios puso en su corazón. Cuando usted permite que los demás le ayuden a cumplir con el llamado que Dios puso en su vida, comenzará a tener más tiempo para su familia y más tiempo para descansar. También comenzará a ver que habrá más vidas cambiadas y transformadas en sentido positivo gracias a su iglesia y ministerio. Un último consejo Como ex-pastor, entiendo completamente el estrés de las responsabilidades diarias. Sé lo que se siente ser “tironeado” en un millón de direcciones diferentes al mismo tiempo. También sé lo que se siente tratar de hacer frente a todo lo relacionado con el cumplimiento y responsabilidades legales por su cuenta. ¡No es divertido! En StartCHURCH, es nuestro deseo aliviarlo de esta carga. Hay estadísticas que estiman que a una persona le toma hasta 150 horas para completar la solicitud 501(c)(3). Tal vez me equivoque, pero me imagino que ninguno de ustedes tiene 150 horas de sobra. Ahí es donde podemos ayudar. Llámenos y pida que lo comuniquen con uno nuestros consultores de planta de la iglesia y descubra cómo podemos quitarle de sus hombros esta carga, y muchas otras cargas relacionadas con la “estructura legal”. Por último, quiero invitarlo a que se una a nosotros en una de nuestras Conferencias de Estructura Primordial para Iglesias donde podrá conocer a otros pastores y ministros que están en mismo barco que usted.

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