Pastor es difamado por su propia junta directiva y luego despedido

By Raul Rivera

En 1999, la junta directiva de diáconos y ancianos acusaron al Pastor Thompson de robar dinero de su iglesia. Todo comenzó cuando varios ancianos y miembros de junta fueron al banco a verificar las finanzas de la iglesia. El banquero les dijo que la iglesia tenía un certificado de depósito por $51,000.00 a su nombre. Confundidos, los ancianos y diáconos llevaron a cabo una reunión y le preguntaron al pastor sobre el Certificado de Depósito. El pastor les contesto que no entendía como la iglesia había obtenido un Certificado de Depósito por $51,000.00. El pastor intentó convencer a los ancianos y diáconos que debía haber un error en relación al certificado de depósito. Sin necesidad de decirlo, los ancianos votaron a favor del despido del pastor y hacer declaraciones públicas diciendo que el pastor y su esposa habían tomado el dinero de la iglesia para comprar un Certificado de Depósito por $51,000.00 para “sus propios propósitos”. También llamaron al pastor un “ladrón y mentiroso” frente a miembros de la iglesia. Este incidente causó que el pastor no solo perdiera su ministerio; sino que tampoco era elegible para ser recontratado porque su reputación había sido manchada fuertemente.

Perder su iglesia debido a tendencias sociales

Imagínese por un momento como se sentiría si un día usted, el pastor de una iglesia, fuera atacado por la espalda por su propia junta directiva y acusado de ser un ladrón y un mentiroso. Después, si su junta directiva lo despidiera y lo hiciera público ante la iglesia en varias ocasiones, incluyendo el canal de noticias local. Esto sucede frecuentemente en todos los Estados Unidos. La tendencia social de hoy es menos respetuosa de los líderes y autoridades espirituales. Uno de los resultados de esta actitud social es que más de 1,000 iglesias terminen en la corte cada mes.

Relaciones y gobierno eclesiástico

Este caso habla de la importancia de la relación entre el pastor y la junta directiva/ de ancianos de la iglesia, y como necesita ser protegida de forma cuidadosa. Además de esto, habla también sobre el tipo de estructura eclesiástica que una iglesia debe tener. En la mayoría de iglesias, hay tres tipos de estructuras de gobierno. 1. Iglesias con membrecía votante: En la mayoría de iglesias con membrecía votante, los miembros votan anualmente sobre los salarios pastorales, y si el pastor debe continuar en su puesto o no. Esto puede ser difícil para muchos pastores, frecuentemente causando estrés durante las festividades navideñas. También puede llevar al pastor a tener que elegir entre predicar la Palabra con vigor y fervor en contra de complacer a aquellos que tienen el poder de sacarlo o retenerlo. Muy pocos pastor logran navegar el estrés anual de ser potencialmente votados fuera de forma exitosa, sin comprometer las verdades del evangelio. 2. Iglesias lideradas por la Junta Directiva: Muchas organizaciones eclesiásticas también están establecidas de forma que la Junta Directiva se encuentre en total cargo de cada aspecto de la iglesia. El pastor es contratado por la junta para llevar a cabo ciertas tareas, de forma fiel, las cuales incluyen predicar y otras funciones sacerdotales. Sin embargo, al igual que una iglesia con membrecía votante, la junta puede despedir al pastor en cualquier momento, aun cuando éste fue el fundador. 3. Iglesias lideradas por un Pastor: Al contrario, hay algunas iglesias que son 100% lideradas por un pastor. El pastor tiene el poder de tomar la decisión final sobre todo y puede desautorizar a cualquier persona en cualquier momento si así lo desea. Él o ella no puede ser despedido de su cargo no importando lo que haga. Como usted bien sabe, ese tipo de estructura gubernamental eclesiástica puede llevar a abuso de poder y alejamiento de la verdad del evangelio.

Pastor y junta directiva dirigen iglesia con junta de asesores

Por varios años ya, hemos consultado con iglesias sobre cuál es la mejor forma de establecer una estructura que le proporcione al pastor la autoridad de llevar a cabo los asuntos diarios de la iglesia con una dosis saludable de asesoría. Usualmente me refiero a este tipo de estructura como estatutos apostólicos, porque el pastor tiene la habilidad de manejar la iglesia pero también la asesoría para ser disciplinado o despedido del cargo si él o ella abusan del poder, malversa, vive en pecado o deja de actuar en el mejor interés de la iglesia.

¿Cómo debería ser un pastor despedido de su cargo?

Después de años de conocer y hablar con muchos pastores y miembros de junta directiva, he aprendido que cuando la relación entre el pastor y su junta directiva se vuelve mala, una decisión se toma bajo presión y durante la intensidad de una situación tensa y normalmente es la peor. Aquí es donde una estructura solida puede prevenir que se tomen malas decisiones. Establezca una junta de asesores que tenga la autoridad de resolver acusaciones en contra del pastor y disciplinarlo o despedirlo del cargo si es necesario. A continuación se presentan algunos detalles de la junta de asesores.
  1. Tiene como mínimo tres (3) personas y máximo de cinco (5).
  2. Está constituida por individuos nominados por el pastor principal de la corporación y confirmados por una mayoría simple de la junta directiva después de consideración cuidadosa. (2 Timoteo 3:16, 17; Hechos: 15).
  3. Sus propósitos primarios son los de escuchar acusaciones en contra del pastor principal, los cuales sean traídos ante ellos de forma unánime por la junta directiva, y tomar una decisión en relación a si el pastor principal ha cometido alguna de las infracciones nombradas.
  4. Determinar si se debe despedir, disciplinar o exonerar al pastor.
  5. Su decisión es final.
Después de haber perdido su iglesia, el Pastor Thompson busco la forma de continuar su ministerio pero su reputación estaba tan dañada que ninguna iglesia quería contratarlo. Más tarde se descubrió que el empleado en el banco había confundido la iglesia del Pastor Thompson con otra iglesia, y que el pastor nunca abrió un certificado de depósito para su propio beneficio utilizando dinero de la iglesia. Sin embargo, muchos de los miembros de la junta directiva y de ancianos y diáconos continuaron llamándolo un “ladrón y un mentiroso”. El sintió que era demasiado tarde en su vida para iniciar una iglesia nueva, por lo que presento una demanda de difamación que tardo más de 14 años en la corte para ser resuelta. El 6 de febrero de 2013, la corte presento una sentencia a favor del Reverendo Thompson y en contra de los acusados, otorgándole lo siguiente por daños especiales: $196,228.00 por reembolso, $120,246.00 por pérdida anual de pago pastoral, $79,795.00 por perdida de beneficios extraoficiales, mas costos e intereses. La corte otorgo de forma adicional al Reverendo Thompson $150,000.00 por daños generales más costo e interés desde la fecha de la demanda judicial, en contra solamente de los Acusados de la Iglesia.

¿Hubo algún ganador?

Podemos aprender de este caso que es claramente importante el conocer que los pastores y líderes necesitan ejercer discreción y disciplina al abordar asuntos sensibles de forma pública ante la congregación. También podemos aprender que la tendencia legal en las iglesias el día de hoy es que el número de demandas eclesiásticas continúa creciendo. Al final de este caso, el señor Thompson gano la demanda por difamación y los ancianos y diáconos fueron ordenados a pagar grandes cantidades de dinero. Sin embargo, parece que las pérdidas son de todos cuando son de hermano contra hermano. Pablo bien lo dijo: “El simple hecho de que hayan demandas entre ustedes significan que ya han sido derrotados completamente.”

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