Lo que usted quizá no sepa acerca de una membresía con derecho a voto en su iglesia

By Raul Rivera

Hace un par de semanas en una de nuestras Conferencias de Estructura Primordial para Iglesias, tuve la oportunidad de hablar con un pastor de un pequeño pueblo en el gran estado de Ohio. A medida que este hermano comenzó a compartir su historia conmigo, pude ver en sus ojos el fuego y la pasión que tenía tanto para Dios como para la iglesia de 80 miembros que Dios lo había llamado a liderar, la cual había existido durante los últimos 60 años. Él me informó que durante la conferencia ese día, yo había logrado poner en palabras lo que él había estado sintiendo en su corazón desde que se convirtió en pastor de la iglesia 2 años antes. Él sabía que su iglesia no había estado haciendo las cosas de la manera correcta, pero cuando expresó sus inquietudes, la respuesta que obtuvo fue, “Así se han hecho las cosas siempre, así que no hay necesidad de cambiar nada”. ¿Qué debía hacer este pastor? Él estaba convencido de que cualquier tipo de auditoría en la iglesia no pasaría el escrutinio del Servicio de Rentas Internas (IRS). Aunque estaba listo para avanzar y comenzar a operar de manera más obediente, él me contó que había un desafío; los miembros de su iglesia habían votado en contra de su propuesta. Cuando le pedí que me explicara lo que quería decir, él comenzó por contarme que sabía que los estatutos de la iglesia necesitaban ser actualizados, y que aunque le dijeron que la iglesia había sido aprobada en su condición 501(c)(3), él no estaba 100% seguro de que fuera verdad, ya que nadie tenía idea de dónde estaba ubicada la carta de decisión federal de la iglesia. Además, él sentía una agitación en su corazón que significaba que Dios quería que la iglesia iniciara un centro de desarrollo comunitario (CDC) que proveería comida a cientos de familias necesitadas y útiles escolares cada año a 500 niños dentro de la comunidad. A mí me parecía que este pastor sabía exactamente los pasos que su iglesia necesitaba dar; un poco confundido, le pregunté cuál parecía ser el desafío. Fue en ese momento que me dijo que él sentía que sus manos estaban atadas ya que los estatutos actuales de la iglesia requerían que los miembros votaran y aprobaran sus propuestas, de las cuáles no estaban a favor.

De un pastor a otro

Antes de ir más lejos, quiero dejar en claro que esta publicación NO pretende proponer un estilo de membresía por sobre el otro. El objetivo de esta publicación es simplemente informarle sobre los desafíos que pueden existir para las iglesias que operan con miembros con derecho a voto en vez de con miembros sin derecho a voto. Creo firmemente que cuanto más informado esté usted como pastor, mejor equipado está para servir a su iglesia. A menudo, cuando hablo con pastores en nuestras conferencias, ellos están listos para comenzar a hacer cambios en casi todo lo que tiene relación con cómo opera la iglesia. Sin embargo, les debo recordar a muchos de ellos que “no pueden cambiar el mundo en un día”. En otras palabras, les digo que simplemente vayan paso a paso. Ahora, antes de que examinemos algunos de los desafíos asociados con los miembros con derecho a voto, veamos cómo asegurarnos de que la membresía de la iglesia esté establecida legalmente. Estableciendo una membresía para su iglesia El primer paso para crear una membresía para su iglesia es incluir el lenguaje apropiado en sus artículos de incorporación y estatutos. En general, uno de los factores más importantes que afecta a la membresía es cómo están establecidos los privilegios de voto. Se debería considerar cuidadosamente el implementar una membresía con derecho a voto porque puede cambiar la forma en la que opera su iglesia. Por lo tanto, los artículos de incorporación tiene un rol fundamental en incorporar la membresía de su iglesia. Debido a que los artículos de incorporación son la base legal de su iglesia, es imperativo que el artículo de membresía proteja y coincida con la visión de la membresía de su iglesia. También es importante destacar que algunos estados requieren lenguaje de membresía en los artículos, mientras que otros no. En StartCHURCH, la mayor parte de nuestros clientes optan por incluir un artículo de membresía en los artículos de incorporación. Este artículo sería simplemente algo así: “Esta corporación tendrá miembros. La idoneidad, derecho y obligaciones de los miembros serán determinados por los estatutos de la organización.” Una vez que sus artículos de incorporación incluyan la afirmación mencionada arriba en relación a una membresía oficial, usted debería dirigir su atención a la constitución y estatutos. Dentro de la constitución y estatutos de su iglesia, deberá incluir un artículo de membresía que declare qué tipo de membresía tendrá (con derecho a voto o sin derecho a voto) y que la junta directiva puede crear un programa de membresía que detalle los requisitos y procedimiento para la destitución. Ahora, analicemos lo que queremos decir con membresía con derecho a voto y veamos algunas de sus características positivas. [Si usted no sabe que tipo de membresía tiene su iglesia, o no ha dado de alta su iglesia todavía, OPRIMA AQUÍ para aprender como lo puede hacer]

Membresía con derecho a voto

La membresía con derecho a voto puede establecerse de diferentes maneras. Una característica de una membresía con derecho a voto es que les permite a los miembros de la iglesia tener el poder de votar por quiénes pueden trabajar como miembros de la junta, diáconos, presbíteros, y pastores. La membresía con derecho a voto no sólo le otorga a los miembros privilegios de votos en la elección de la dirección de la iglesia, pero también les otorga a los miembros la habilidad y autoridad legal para apartar a aquellos que tienen puestos electos. Dos características positivas de la membresía con derecho a voto son las siguientes:
  1. La membresía con derecho a voto muchas veces son vistas como una fuente de responsabilidad por aquellos en puestos de liderazgo. La responsabilidad es críticamente importante para cualquiera que tenga un puesto de liderazgo. Lo último que se quiere es que haya algún tipo de escándalo en la iglesia. Responsabilizar al pastor o a cualquier persona en un puesto de liderazgo es un buen lugar de partida para asegurarse de que no haya un escándalo.
  2. Los miembros de las iglesias con membresía con derecho a voto votan en respecto a todos los aspectos del presupuesto. Esto incluye fondos para equipos misioneros, salarios, fondos para beneficiencia, y mucho más. Básicamente, se requiere que todas las cuestiones significativas de la iglesia sean presentadas a los miembros antes de que se tome cualquier decisión final. Esto les permite a los miembros de una iglesia estar involucrados en el proceso de toma de decisiones en la iglesia a la que orgullosamente llaman “hogar”.
Los desafíos de la membresía con derecho a voto Hay tres desafíos significativos del modelo de membresía con derecho a voto que deberían considerarse: 1) la membresía con derecho a voto es más fácilmente propensa a las disputas; 2) la membresía con derecho a voto puede también encontrarse en problemas cuando los líderes de la iglesia toman decisiones por la iglesia; y 3) establecer un quórum con una membresía con derecho a voto puede ser difícil. Es debido a estos tres desafíos que yo prefiero una membresía sin derecho a voto sobre una membresía con derecho a voto. Veamos brevemente cada uno de estos tres puntos.
  1. La membresía con derecho a voto es más fácilmente propensa a las disputas: Cada iglesia tiene sus problemas, y desafortunadamente esos problemas pueden causar división dentro de la iglesia. Las disputas entre miembros o entre miembros y los líderes de su iglesia, pueden tornarse comunes sin importar si se ha establecido una membresía con derecho a voto o no. Sin embargo, una membresía con derecho a voto puede sufrir más disputas sencillamente porque las decisiones directivas de la iglesia deben ser tomadas por un mayor número de personas con distintos pensamientos, ideas y opiniones.
  2. La membresía con derecho a voto puede también encontrarse en problemas cuando los líderes de la iglesia toman decisiones por la iglesia: Según se mencionó antes, una membresía con derecho a voto típicamente requiere que todas las cuestiones, incluso las triviales, lleguen a la atención de los miembros. Estas cuestiones triviales pueden consistir en pequeños detalles en relación al presupuesto, o las responsabilidades de un presbítero, diácono, o pastor. Esto generalmente significa que antes de que se tome una decisión, se requiere que todas las acciones cotidianas de la iglesia sean presentadas a los miembros. Muchas personas no se dan cuenta de que esto tiene el potencial de hacer que individuos (como pastores, presbíteros, y diáconos) sean responsables por las decisiones que han tomado. Por lo tanto, no importa qué tipo de membresía elija, usted debería estar completamente informado sobre las leyes y restricciones legales de su estado para definir los aspectos de la membresía que desea.
  3. Establecer un quórum con una membresía con derecho a voto puede ser difícil: Esto puede llegar a ser molesto para una iglesia con membresía con derecho a voto sencillamente porque la sección 4958 del Código Tributario requiere que un quórum (o mayoría) de miembros con derecho a voto esté presente para que cualquier decisión de la corporación sin fines de lucro sea legítima o jurídicamente vinculante. Generalmente, un quórum significa que al menos 2/3 de los miembros con derecho a voto deberán estar presentes para que la reunión siquiera se lleve a cabo. Dependiendo del tamaño de su iglesia, esto puede ser una tarea difícil de lograr.

Conclusión

Afortunadamente pude informarle al pastor de Ohio que aún podíamos ayudarlo a él y a su iglesia modificando sus estatutos para incluir lenguaje de membresía sin derecho a voto. Cuando escuchó eso, una sensación de alivio le invadió la cara. Hablé con el pastor el fin de la semana pasada y se alegró de informarme que aunque le llevó varias semanas, la iglesia finalmente decidió aprobar los estatutos modificados con el lenguaje de membresía sin derecho a voto que habíamos redactado para ellos. Nuevamente, quiero mencionar que no estoy proponiendo que una forma de membresía sea mejor que la otra. Creo que cada iglesia debería operar de acuerdo a la forma en la que Dios los está guiando. Quiero alentarlo a que nos acompañe en una de nuestras Conferencias de Estructura Primordial para Iglesias donde discutimos más detalladamente otros componentes estratégicos de una membresía sin derecho a voto.

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