¿Está su Iglesia Preparada para una Emergencia?

By Raul Rivera

El Pastor Charlie apenas estaba llegando a la mejor parte de su mensaje dominical cuando un alarmante sonido interrumpió. En medio del pánico y la confusión, la gente comenzó a levantarse, haciendo preguntas sobre qué debían hacer y si realmente se trataba de una emergencia.

Entonces alguien gritó, “¡Es la alarma de incendios! ¡FUEGO!”

Pronto, las 200 personas de la congregación comenzaron a moverse de un lado a otro. Algunos trataban de recoger sus pertenencias, mientras que otros buscaban desesperadamente la manera más rápida de llegar a sus hijos. Innecesario es decir que el Pastor Charlie nunca pudo terminar su sermón mientras intentaba mantener la calma y averiguar lo que realmente estaba sucediendo.

Ahora, imagine una situación similar en su iglesia. No tiene que ser una emergencia real; tal vez alguien activó la alarma de incendios por accidente.

¿Tiene su iglesia un plan?

¿Qué pasa con los niños en la guardería? ¿A dónde deben ir los padres para recogerlos? ¿Quién se encargará de dirigir a las personas? ¿Saben sus empleados y voluntarios qué hacer?

Estas pueden ser preguntas difíciles de responder, pero es crucial que tenga una respuesta clara para cada una de ellas.

¡Eso nunca pasaría en mi iglesia!

A menudo escuchamos historias como la del Pastor Charlie y pensamos: “Eso nunca pasaría en mi iglesia”. Sin embargo, ese tipo de pensamiento es lo que suele poner a las iglesias en situaciones comprometedoras.

La realidad es que las pequeñas emergencias ocurren con regularidad. Estas pequeñas emergencias pueden dejar a una iglesia vulnerable y con un vacío en la confianza de su congregación.

La importancia de planificar no debe pasarse por alto.

En algunos estados, no estar preparado es equivalente a ser negligente. Además de preocuparse por lesiones y demandas legales, también debe preocuparse por la confianza que su congregación tiene en la iglesia.

Conozco a varios padres que no dejarán a sus hijos en las clases infantiles sin saber si existe un plan de emergencia.

Si le preguntan por un plan de emergencia, ¿cómo responderían sus voluntarios del ministerio infantil? Un poco de planificación puede retener a estas familias y llenarlas de la confianza necesaria de que sus hijos estarán seguros en su iglesia.

A continuación, veremos 5 formas en las que su iglesia puede prepararse para una situación de emergencia.

5 maneras de prepararse para una emergencia

Entonces, quizás se pregunte, ¿por dónde empezamos? ¿Cómo podemos crear un plan de emergencia eficaz?

A continuación, veremos 5 pasos para comenzar hoy mismo.

1. Forme un equipo de planificación de emergencias

El primer paso es incluir a otras personas de su iglesia. Forme un equipo de planificación de emergencias con aquellos que estén familiarizados con las operaciones, la asistencia a los ministerios y el espacio físico. Este equipo puede ser tan sencillo como tres o cuatro personas clave o un representante de cada ministerio, dependiendo del tamaño de su iglesia y congregación.

También querrá incluir a alguien que pueda captar, registrar y distribuir la información de las reuniones del equipo, como un administrador o secretario.

2. Evalúe los peligros potenciales

Una vez que tenga un equipo en su lugar, el siguiente paso es evaluar los peligros potenciales. Primero, observe en que zona geográfica se encuentra e identifique la probabilidad de varios eventos naturales que puedan ocurrir (inundaciones, tornados, terremotos, etc.).

Para obtener esta información, puede visitar el sitio web de la agencia de manejo de emergencias de su estado. Ellos también pueden proporcionar excelentes herramientas e información para la planificación.

3. Identifique otros peligros potenciales

A continuación, identifique otros peligros cercanos, como vías del tren, autopistas principales, árboles, plantas químicas o almacenes. Estos peligros son más fáciles de planificar, ya que son consistentes y más predecibles.

El siguiente tipo de peligro para el que debe planificar es el impredecible, como tiradores activos, paquetes sospechosos, emergencias médicas e incendios. Un plan es igualmente importante para estos eventos y puede requerir más tiempo y esfuerzo para establecerse.

4. Comunique, comunique, comunique

La capacidad de comunicarse es clave para planificar y manejar eficientemente una emergencia. El equipo de planificación debe comunicarse entre sí, y luego, obviamente, habrá una necesidad de comunicarse con los voluntarios y la congregación.

En caso de una emergencia, los padres instintivamente irán a buscar a sus hijos. Si no están adecuadamente informados sobre qué hacer, corre el riesgo de obstruir las salidas en el área de ministerio infantil.

Por lo tanto, es importante tener ubicaciones preseleccionadas para cada grupo de edad o clase en una situación de evacuación o emergencia. También querrá mantener esta información en cada sala para que los voluntarios puedan acceder fácilmente a ella durante una emergencia.

El caos puede surgir rápidamente sin una comunicación adecuada y acceso a la información. Tener un plan y procedimientos de comunicación establecidos antes de una emergencia puede salvar vidas.

Otra manera de mantener una comunicación abierta y ayudar en la dirección y el control durante una emergencia es hacer un anuncio rutinario cada semana para preparar a la congregación.

Puede ser una declaración simple durante los anuncios, como: "En caso de emergencia, pueden recoger a los niños en la esquina norte del estacionamiento." Repetirlo semanalmente garantizará que sea instintivo en una emergencia.

(Tenga en cuenta que debe decidirse durante el proceso de planificación a dónde irá cada grupo y los procedimientos para reunir a los niños con sus padres.)

5. Capacitación de empleados y voluntarios

Cada miembro del personal debe estar bien versado en qué hacer en caso de emergencia. Además, los procedimientos de emergencia deben explicarse completamente como parte de la capacitación para todos los voluntarios.

Esta capacitación debe incluir información fácil de recordar, como dónde se encuentran la información de emergencia y el equipo, y dónde dirigir a los evacuados desde las áreas en las que están sirviendo. También debe haber un cartel en cada sala con la información de contacto de emergencia y las rutas de evacuación.

En el área de niños, este cartel también debe mostrar dónde llevar a los niños, con una pequeña marca que solo los voluntarios reconozcan por razones de seguridad (o cubrir el gráfico con una portada que diga "en caso de emergencia").

Los voluntarios también deben conocer los procedimientos en caso de un incidente, dónde encontrar hojas de informes de incidentes y a quién contactar. También es útil tener capacitación en CPR tanto para el personal de la iglesia como para los voluntarios.

Si su iglesia tiene una guardería para bebés o cuida a niños con necesidades especiales, hay otras cosas importantes a considerar.

  • ¿Tiene suficientes voluntarios para evacuar a los bebés que están en el salón infantil?
  • Si no, ¿tiene cunas que puedan ser rodadas en caso de emergencia?
  • ¿Saben todos los voluntarios cómo calmar y guiar a los niños con necesidades especiales que puedan ponerse nerviosos o agitados por la fuerte alarma?
  • ¿Existen procedimientos para asegurarse de que los niños solo sean entregados al padre o tutor que los dejó? (Esto puede ser de gran preocupación, ya que debe garantizar que los niños sean devueltos de manera segura a las personas correctas.)

La necesidad de planificar emergencias en las iglesias

Planificar para una emergencia imprevista no es la parte más placentera del ministerio, pero es necesaria. No hay nada más importante que la seguridad de su congregación mientras están en las instalaciones de la iglesia.

Si bien este blog solo pretende presentarle la necesidad de tener un plan de emergencia, hay mucho más que usted y su iglesia deben considerar al desarrollarlo.

Póngase en contacto con nosotros al 678-830-2600 para explorar este tema y otras áreas vitales esenciales para la seguridad, crecimiento y éxito de su iglesia o ministerio. Ya sea que esté buscando desarrollar un plan de preparación ante emergencias o necesite orientación sobre las mejores prácticas operativas, nuestro equipo está aquí para ayudarle en cada paso del camino. ¡Trabajemos juntos para construir un ministerio más fuerte y resiliente!


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