El Camino hacia la Libertad

By Raul Rivera

Hace un par de años estaba almorzando con un empleado de una iglesia a quien yo conocía bien. Nos sentamos en nuestra mesa y recordamos anécdotas mientras pedíamos algunos aperitivos. A medida que la conversación seguía desarrollándose, detecté frustración en su voz cuando en dos ocasiones mencionó el proceso de toma de decisiones de la iglesia. Sabiendo que él era un hombre que servía bien en la iglesia, me pregunté acerca de esta aparente irritación relativa a sus actividades cotidianas. Una vez que el camarero nos trajo nuestra comida, le pregunté: “¿Por qué estás tan frustrado?” Cuidadoso y siendo prudente de no deshonrar a su pastor, simplemente dijo: “El techo encima de mi cabeza esta demasiado bajo”. Yo sabía exactamente de lo que estaba hablando. Lo explicaré mas tarde. Liderar una iglesia Para liderar una iglesia se requiere que un pastor tenga visión, compasión y por sobre todas las cosas, un corazón humilde que esté dispuesto a escuchar al Señor. A menudo ocurre una desconexión entre el pastor y el equipo central de la iglesia. Es muy frustrante porque el pastor sabe a dónde quiere ir, mientras que el liderazgo cree que él no está seguro de a dónde está yendo. Es aquí donde me gustaría proponer una respuesta a esta brecha entre el pastor y el equipo directivo. La dirección requiere que se planifiquen las actividades cotidianas y que se preparen políticas por escrito para asegurarse de que esas actividades sean llevadas a cabo consistentemente. ¿Por qué? Porque sin políticas establecidas, aquellos que sirven dentro de la dirección de la iglesia no poseen las herramientas necesarias para llevar a cabo la visión del pastor. Eso es muchas veces el punto en el que fallan muchos ministerios. Conozco a muchos pastores con una gran visión pero a pocos que saben cómo transferir esa visión de su corazón a los corazones de la gente. La respuesta de Dios a un profeta frustrado En el capítulo 1 de Habacuc, el profeta se quejó con el Señor. Le preocupaba la forma en la que los enemigos de Dios triunfaban sobre los justos porque los justos no tenían liderazgo. La Palabra del Señor volvió al profeta, y el Señor le solicitó a Habacuc que escribiera la respuesta (Habacuc 2:2). Se le pidió que lo hiciera simple para que aquellos encargados de la diseminación fueran fortalecidos para llevar a cabo los detalles de la revelación. ¿Qué escribió? La visión es revelada a través de todo el capítulo dos. Fue un conjunto de políticas que llevó a la nación nuevamente a un camino de rectitud. Las políticas establecidas crean consistencia y la consistencia promueve la fidelidad. Entonces, básicamente, una política es una postura escrita de la iglesia, que dicta el resultado final de las decisiones que necesitan ser tomadas. La política no le indica a la iglesia el “cómo” o el “cuándo”. Simplemente guía los procedimientos que se toman para asegurar que la integridad de la posición de la iglesia en una decisión en particular sea respetada. Pastor, permítame hacerle un par de preguntas. ¿Tiene usted alguna política por escrito que guía a la iglesia? ¿Tiene usted las siguientes políticas?
  • Política de ministerio del altar
  • Política de asesoramiento
  • Política de uso de la propiedad de la iglesia
  • Política de uso de celulares
  • Política de presupuesto
Mi amigo frustrado ¿Qué le preocupaba a mi amigo? Para ese momento el almuerzo ya había sido servido. Yo tenía enfrente una gran porción de modo que me alegró que él fuera el que hablaba. Mi amigo admiraba a su pastor y quería asegurarse de servir fielmente, pero era difícil hacerlo con alegría cuando la iglesia no tenía políticas claras para tomar decisiones sobre los proyectos ni un presupuesto de gastos real. Todas las decisiones debían ser tomadas por el pastor, y si era necesario hacer cambios, esos cambios también había que hacérselos llegar al pastor...pero el pastor se solía olvidar las decisiones que tomaba. A menudo, pasaban las semanas y el pastor solía sentirse molesto por dinero que había sido gastado o por la manera en la que se estaba haciendo algo, aunque aquellos que servían en los distintos departamentos estaban simplemente llevando a cabo las decisiones tomadas previamente por el pastor. Lógicamente, este asunto recurrente había sido motivo de frustración no solo para mi amigo pero también para muchos empleados. Mi amigo quería ayudar al pastor preguntándole qué y cómo quería liderar y luego crear políticas para que todos siguieran, pero no pudo. El pastor dijo que no quería entregarse a políticas escritas. Quería tomar decisiones sobre la marcha. De ahí el por qué el techo encima de la cabeza de mi amigo estaba demasiado bajo. La libertad a través de las políticas escritas Las políticas no solo ayudan a establecer la visión, pero liberan a aquellos que sirven debajo suyo para expandirla. Al momento de escribir una política, siga las pautas detalladas a continuación.
  • Cada política debe ser escrita teniendo en mente un resultado deseado.
  • No implemente una política si no está dispuesto a obedecerla.
  • Si una política no funciona, no la ignore. ¡Cámbiela!
Dios le ha encomendado una visión Como Pastores y líderes del ministerio, Dios les ha encomendado una visión. Pero tener la visión y vivir la visión son dos cosas diferentes. Tener las políticas adecuadas en orden los ayuda a tomar lo que hay en sus corazones, y darle claridad a la visión para que otros la puedan leer y utilizar. Si bien el proceso de desarrollar sus políticas no suena tan interesante, construir una base sobre la cual se puedan construir sus visiones sí lo es. Todos los días ayudamos a las iglesias y ministerios a desarrollar este tipo de documentos. Disponemos de un plan de servicios llamado el “Paquete de Revisión”. Durante este programa, revisamos y creamos algunas de sus políticas más importantes y nos aseguramos de que sean claras, legales y de que reflejen su visión. Si podemos ayudarlo a desarrollar estas herramientas críticas, por favor llámenos al 770-638-3444.

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